Se acabó. Otro año más que llega a su fin.
Si tuviera que definirlo con una palabra, sería inestable, sin lugar a dudas.
He aprendido mucho. He cometido muchos errores. Pero he vuelto a ver mi camino.
Y ahora, estoy mejor y más viva que nunca. He aprendido a apreciar los pequeños detalles, a valorar lo que tengo y a cuidar lo que realmente importa. He encontrado la felicidad a mi alrededor y he aprendido a vivir con una sonrisa.
No sabría con cuál de todos los momentos quedarme. Me los llevo todos. Llantos. Locuras a punta pala, y de todos los tipos. Noches de cerveza y un buen cigarro. Viajes. Bailes hasta el alba. Angustias. Placer sin control. Borracheras. Conciertos. Noches de confesiones y en vela. Reencuentros. Estupideces múltiples. Jamás pensé que se pudiese reír hasta el punto de llorar y sentir un ahogo tan inmenso, por algo tan tonto.
Y sobre todo, he aprendido a no creerme las mentiras de nadie.
El 2009 terminó con un sabor amargo, el 2010 parecía que iba a peor... pero no, ha terminado mejor de lo que hubiera imaginado jamás, y creo que esto es sólo el principio.
Una frase: "haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad".
Os deseo a todos lo mejor.
¡Feliz Año Nuevo!