18 may 2014

Sick of this life

Todavía no, todavía no es tarde para arreglar los errores antes de que sí sea demasiado tarde.
Maldita comodidad. Cuando te acostumbras a algo y de pronto todo tu alrededor da un giro de 180° nunca es fácil, pero tampoco imposible.
Asumir ciertos cambios a veces es difícil, pero cuando todos vienen de golpe es mucho más difícil si cabe.
Y el problema está en que no sabes qué tienes que hacer. Tanto tiempo igual en la misma rutina, que cuando la vida decide que tienes que acabar con ella, no sabes cómo volver a subirte al tren de todos los días.

Lo admito, en días así me gustaría tener alguien a mi lado para prestarme las fuerzas que a veces se agotan.
Pero a pesar de todo, no pierdo mi sonrisa, que la vida puede ser muy puta, pero no por ello hay que perder las ganas de vivirla al máximo posible, porque sólo hay una.

Ahora sólo necesito fuerzas, volver a mi calma interior, y centrarme en el ahora. Y el mañana, ya vendrá.
No hay prisas. Pero tampoco pausas.