30 ene 2010
Hoy
Hoy sobran las palabras, hoy una mirada es suficiente para expresarlo todo, hoy puede que mi mundo vuelva a brillar intensamente o que se apague para siempre. Hoy la suerte está echada; yo, a su merced. Una simple palabra puede terminar de destruir lo poco que queda de mí, incluso un simple gesto, el mismo que me puede elevar al más alto cielo, al infinito, a la eternidad, al éxtasis. Todo depende de un hilo, un hilo que se tambalea intensamente, frágil, y que puede romperse en cualquier momento, todo depende de él. Se acabaron los malentendidos, se acabaron los llantos, hoy, la suerte está echada.
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Aunque queramos controlar todas las variables para que todo sea como deseamos... Tienes razón, la suerte está echada... No siempre, la realización de los sueños depende solamente de uno...
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