Punto y aparte.

La batalla, ha terminado. Las heridas aun sangran. Pero el paso, ya está dado.


Acabose.
Por el camino dejo lágrimas, risas, dolor, pasiones, agonías, ilusiones, llanto, rencor, esperanza, sueños...

Sí, tal vez demasiado tiempo perdido. Una lástima. Pero una gran lección aprendida.

La recompensa: más que satisfactoria.




Es la hora de realizar todo aquello que siempre he querido. Y nunca he hecho.


Muchas noches de reflexión. Y al fin, encontré la ansiada respuesta.
Hoy, comienza una nueva vida.