20 jul 2012

Alma que puede hablar con los ojos, alma que puede besar con la mirada.

Hay algunos primeros besos que hacen que tu vida entera se desequilibre. Incluso si uno no quiere aceptarlo, es así. Esos primeros besos te pillan por sorpresa, sin previo aviso. A veces sucede con el segundo beso, aunque éste ocurra quince años después del primero.

-Ahora vuelve a dormirte y no escuches el ruido de la puerta cuando la cierre.
-Estás encantadora con esa luz.
-¿Puedes prometerme una cosa?
-Lo que tu quieras.
-Si nuestros caminos vuelven algún día a cruzarse, prométeme que no me besarás.
-Te lo prometo.
-Que tengas buen viaje. Te mentiría si te dijera que no te voy a echar de menos.
-Pues no me lo digas. Que tengas un buen viaje tú también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario