25 ago 2012

¿Cuántas noches diciéndole no al corazón?

Quiero enterrar todos los recuerdos en el fondo de mi ser. Pensar que todo ha sido un mal sueño, un sueño demasiado largo de esos que cuesta despertar, de los que te empeñas en cambiar el final una y otra vez, y nunca es de tu gusto.

Me duele, y me destroza. Volver a verte, verte de nuevo y creerme fuerte. Saber que aunque me muera de ganas puedo vivir sin ese abrazo, sin volver a impregnarme en tu aroma y sentir el estremecimiento de mi cuerpo al tenerte entre mis brazos. Y esas ganas locas de besar tu boca, la que tantas veces ha dibujado mi mente con sólo cerrar los ojos. Saber que no, que es mejor mantener la distancia. Tú no sientes lo mismo. Y observarte marchar, sabiendo que a cada paso se abre un abismo del que ya no hay vuelta atrás.

Y la realidad duele. La realidad de saber que tal vez todo podría haber sido diferente, pero nunca actuaste por culpa de ese miedo e incertidumbre que tanto tiempo te han acompañado. Y ahora ya no hay nada que hacer, la partida está perdida.

Pero ahora juntaré todos los pedazos de esta historia, todas las verdades nunca dichas que me queman por dentro, y los guardaré en lo más profundo de mi ser, donde nadie pueda encontrarlos, ni siquiera yo.
Doble vuelta de llave al corazón, y aquí no ha pasado nada.


"El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de las manecillas del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal.
El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables.
Pero pasar pasa, incluso para mí."

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