A veces nos pasan cosas curiosas. Conoces a alguien, compartes risas, bromas, inquietudes... y tras un simple hasta luego os despedís sabiendo que posiblemente nunca os vais a volver a encontrar. En verdad, ni siquiera sabes su nombre. Pero no importa, será una de esas anécdotas que contar a los nietos. Además, sabes que no te vas a olvidar de esas personas. Son personas que entran durante un corto periodo de tiempo para enseñarnos algo muy concreto, y después, desaparecen para siempre. Tú decides si asumir la moraleja.
Me gusta viajar en tren.
*Voy a empezar a ser egocéntrica, muy egocéntrica. Y me gusta.
Día 1
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario