Buscando en el baul de los recuerdos

Me acuerdo, como si fuera ayer.

Tú me esquivabas. Yo sentía que te perdía a cada momento. No quería. Pero no sabía reaccionar.
Saqué valor, por última vez.
Y te besé. Tímidamente. Me besaste. Las ansias fueron creciendo. Y la lujuria se desató.
Te hice el amor como nunca, con toda mi alma. Sentí como te desacías entre mis dedos, hasta que no pudiste más. Entonces lo supe.
Aquella era la última vez.
Empecé a llorar, amargamente. Tú también llorabas. Me decías que me calmase. No podía. Estaba bloqueada. Te tenía en mis manos sabiendo que ya no estabas allí. Te habías ido, para siempre.
Te robé un último beso, un susurro de un te quiero, y me marché.

Y allí se quedaron, en aquel sofá rojo, tantos y tantos momentos. Para la eternidad.

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Pequeños recuerdos, en su día dolorosos, pero que aprendes a vivir con ellos, pues siempre te acompañarán.