20 ene 2012

A veces se gana, otras se pierde

Y como un cántaro de agua, la verdad ante mis ojos.
Es muy difícil. Demasiado tiempo negando algo que no quiero aceptar.
Pero ha llegado. Aunque no quiera, y me duela, es el momento.
Es hora de empezar mi camino. Mi camino de verdad.
Se acabó ir a tientas por el mundo. Es hora de salir a vivir. (¡Já!)

(Pero por mucho que me lo repita, me siento incapaz.)
Ya sabes lo que hay. Ya sabes la verdad. Ya sabes lo que quieres, lo que algún día podrás tener, y lo que nunca estará a tu alcance.
Lucha por lo que realmente vale la pena. No es momento de malgastar la vida en sueños perdidos. Porque los sueños, sueños son, y vida, sólo hay una.
(Fácil decirlo, imposible hacerlo.)

Voy a cambiar de una vez todo lo que siempre he querido cambiar. (Ojalá.)
Estos últimos meses he aprendido, que cuando se quiere, se puede llegar a tener una fuerza de voluntad que es absolutamente imposible parar a las personas. Y de hecho, estoy segura que cualquiera que la saque de su interior puede llegar incluso a mover montañas.

No tengo fuerzas. Siento que me derrumbo por momentos. Estoy consumida, 100%. La ansiedad me está matando, física y psicológicamente. Por desgracia he llegado a un punto de no retorno del que me veo incapaz de salir. Estoy atascada en un pozo sin fondo. Me arrepiento de tantísimas cosas...
Sólo quiero gritar, llorar y desaparecer.

Y es que no lo entiendo. O tal vez sí, pero no quiero entenderlo.

Me duele hasta lo que no tengo. Y nunca mejor dicho.


No quiero volver a dormir más, porque cada día, es peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario