13 abr 2012

Prefiero callar a confesar...


Me encanta perderme de la civilización, disfrutar de la naturaleza, y pensar en mí.

A veces tengo la sensación de que el mundo va demasiado rápido y me puede. Necesitaba un respiro. Pensar. Plantearme qué es lo que quiero, y a qué voy a renunciar. Creo que lo tengo claro.

Ahora me siento renovada. Con fuerzas. Motivada. Estoy lista para enfrentarme al mundo de nuevo, y esta vez, ganar la partida.

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