New year

Tengo tantas cosas que decir que no sé por dónde empezar.


Cómo siempre me dice mi gran mentora, el año nuevo de verdad, empieza ahora. Y creo que tiene toda la razón. Por lo tanto es hora de cambios, de dejar cosas a un lado, hacer promesas nuevas, y lo más importante, cumplirlas.

Para comenzar, tal vez debería empezar a aceptar las cosas, la realidad. Saber a dónde puedo aspirar, las metas que puedo conseguir, y las que no. Poner los pies un poco en el suelo y bajar de las nubes, aceptar la realidad por muy cruel que sea y convivir con ella de la mejor manera. Dejarme de tonterías. Empezar a hacer cosas que siempre he querido hacer. Y cumplir todos los sueños que pueda.


Prosiguiendo al que fue el año más catastrófico y desastroso de mi vida, la verdad es que ha venido uno renovado. He descubierto que en el fondo si me lo propongo puedo seguir siendo quien en su día fui. Me he sentido orgullosa de mí misma por ser capaz de cumplir las promesas que hice, y lograr lo que me propuse. He empezado a hacer algunas cosas que siempre quise, y otras muchas de las que no me siento orgullosa en absoluto.


Pero no es suficiente. La hora de cambiar, es ahora. Nada de dejar las cosas para mañana, o para el futuro, porque el futuro nunca llega, sólo existe el presente.


A veces me gustaría volver atrás, dónde todo era más fácil y veía toda mi vida resuelta. La comodidad, qué poco dura, pero qué rápido nos adaptamos a ella. Aunque la verdad, para qué quieres una vida resuelta, si puedes hacer de ella una aventura. Hoy aquí, mañana allá. No cerrarse ante cualquier sugerencia y hacer las cosas dejándose llevar y a lo loco, pero con cabeza. Sin dar motivos ni explicaciones. Sin importar las consecuencias. Sí, en el fondo soy así, y me encanta.

Una vez más voy a demostrarme a mí misma lo que soy capaz de hacer, que si se lucha, se consiguen las cosas, sin olvidar, que también hay cosas por las que es inútil luchar. Voy a dejar las tonterías a un lado y me voy a centrar en lo que realmente importa. Que la verdad, son muchísimas cosas, no sé si podré con todas, pero voy a hacer lo imposible para que así sea.

A partir de la semana que viene voy a empezar a hacer algo que siempre he querido, y sólo es el principio de un largo camino, el cual si consigo recorrer, estaré orgullosa de mí misma de por vida. Sería mi mayor sueño cumplido. Mi ley de vida. Espero que este sea el principio de muchas otras cosas.


Lanzo todas mis promesas al aire. Prometo hacer todo lo que pueda para llevarlas a cabo y ante todo, no desistir.


Y además, ahora es tiempo de muchos reencuentros, me gusta.




Mi obligación: no abandonar nunca.




Chin-chin