Necesito
hablar y librarme de este tormento de una vez por todas. No lo
soporto más, me puede y me consume por dentro hasta un punto
insospechado. Creo que ya he dado un paso importante reconociendo que
tengo un problema, ahora sólo me queda, solicitar toda la ayuda que
necesito pero que esta misma ansiedad no me permite. Mañana te voy a
contar la verdad, sí o sí, lo mereces por todo lo que haces por mí.
Necesito hundirme una vez más en tus brazos, pero esta vez como hace
años que no lo he hecho. Necesito tu hombro para llorar larga y
tendidamente...
Y
me duele. Me duele cada pedacito de mi ser, pero lo que más me duele
sin lugar a dudas, es el alma. Está muerta, vacía, desgarrada.
Parece que se ha olvidado de sentir. Me gustaría que todo fuera más
fácil, sencillo. Tener en mis manos todas las decisiones importantes
en mi vida, y ser capaz de dar un giro de 180º para que todo fuera
como deseo. Pero no, no puedo, no está en mis manos... de hecho,
está demasiado lejos.
Necesito
librarme de esta angustia, pero creo que todavía no es la hora ni el
momento adecuado. Seguiremos esperando, dejando que crezca más y más
en lo más hondo de mi ser... hasta que estalle. *Esperando algo que
nunca llegará.
Así
que por esta noche, me conformaré por quedarme aquí en la soledad
de esta habitación, una vez más, rodeada de gente pero
completamente sola, ausente, sin nadie que me dé el mínimo de
cariño que necesito para vivir, sin nadie que me entienda y me
comprenda. Escuchando esa colección de canciones que siempre se
repiten en mi cabeza, y llorando desde lo más profundo de mi ser...
Esta
noche, me sangra el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario