¿Comenzamos?

Es el momento. Es el momento perfecto para empezar a escribir de nuevo, y esta vez, de cero.
Ante mí, una página en blanco, más grande que ninguna hasta ahora, dispuesta a llenarse de todas las emociones y sensaciones posibles. Sólo tengo que coger esa pluma olvidada en el tintero, aquella que he dejado abandonada durante todo este tiempo, y empezar a escribir de nuevo las anécdotas más inverosímiles e increíbles. Los objetivos cumplidos. Los sueños hechos realidad.

Pienso luchar con uñas y dientes por todo lo que realmente quiero. No desistir en el camino. Errar las veces que haga falta, pero aprender a enmendar lo errado. Y perseguir mis ambiciones sin piedad. Puede que el camino sea largo, pedregoso, lleno de baches y hoyos en los que tropezar una y otra vez; en los que hundirse, hasta creer que no hay una salida posible. Pero no, no pienso rendirme, por mucho que caiga, volveré a levantarme. Y seguiré adelante, buscaré la salida cueste lo que cueste. Porque siempre existe una salida, aunque no siempre la veamos; y este es el camino que quiero, y el que pienso seguir por muy tortuoso que sea.

Y prometo disfrutar de cada momento como si fuera el último. No desperdiciar ni un mísero segundo, porque nunca volverán. Y sobre todo, buscar la felicidad ante todas las cosas. Sin que nada, ni nadie, me lo impida.

Sólo me falta un lugar para reflexionar, lleno de paz, para cambiar del todo mis prioridades y decidir lo que quiero hacer a continuación. Ya lo tengo prácticamente claro, sólo falta ultimar los últimos detalles.

Ya está todo preparado. Ahora, que empiece la acción.