Si ya lo sabía yo, algo malo tenía que pasar, pero en fin, dentro de poco esto se convertirá en una rutina.
Me encantan los días en los que paseamos sin rumbo y me cuentas en qué consiste la vida, dónde se tropieza la gente y lo que realmente importa. Nunca te podré agradecer en vida todo lo que haces por mí. Sé que puedo contar contigo, siempre y para cualquier cosa, porque a pesar de todo, eres mi amiga. Si no fuera por ti, no existiría. Gracias por enseñarme a vivir. Te quiero.
Y sentir que no estamos muertos.
29 ago 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario